domingo, 6 de diciembre de 2009

Gracias, pastillas y sonrisas :)


He descubierto que se aprende mucho navegando por el universo de los blogs y notas del face... Sinceramente, antes de empezar en esto no podía imaginar que se podían tener sentimientos delante del ordenador, me refiero a sentimientos distintos a los que te ocasiona un cuelgue inesperado que destruye horas de trabajo.(espero que ustedes al leer mis notas/blog también tengan sentimientos o por lómenos los haga reflexionar y/o reír, pasar un buen rato y quitarse el estrés).

Así hoy quiero aprovechar primero para dar las gracias. Gracias por leerme, gracias por sus comentarios, gracias por recibir los míos, gracias....

A una paciente le recomendé una vez que chateara por Internet. Se llama "Solitaria", y esa es su principal enfermedad, pues la física, la que la trae al hospital consulta externa, apenas le da problemas. Su vida se reduce a ella misma, su madre y un trabajo que no le gusta con compañeros con los que no se relaciona. Si descubriese esto, no le harían falta pastillas.

A los médicos nos enseñan que tenemos 2 misiones, diagnosticar y curar. Para lo primero lo más importante es, otra vez, escuchar, aunque en la mayoría de las ocasiones empleamos mucho más tiempo y esfuerzo en pedir e interpretar sofisticadas pruebas. Muchas veces confiamos más en una resonancia que en lo que nos cuenta el paciente y eso es, lo admito, un grave error. Y sobre lo segundo, en poco tiempo descubrimos que es mentira, la mayor parte de las veces no curamos, aliviamos. Y para ello, sólo nos proporcionan 2 herramientas, la cirugía y las pastillas. Yo no soy cirujano, así que sólo me quedan las pastillas. Y también admito que se abusa de ellas, que llegas a pensar que si no recetas una pastilla (de lo que sea) a tu paciente, es como si no hicieras nada por él o ella. Pero un día te das cuenta, al menos a mí me pasó, de que consigues más escuchando o sonriendo o sosteniendo una mano, que con muchas sustancias químicas. Aun así, no lo negaré, seguro que uso más pastillas de las que serían necesarias. Aunque me defenderé diciendo que la presión está también en el otro lado de la mesa. No todos los pacientes reaccionan bien si les dices que no necesitan ninguna pastilla.

En fin, espero no haberlos aburrido con mi alegato. Porque la mejor medicina es la sonrisa, y esa se puede encontrar en cualquier cosa, gratis, basta con buscarla.

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