domingo, 31 de agosto de 2014

Mi Relato de erotismo y pasión

Cuando te muestre mi alma, si acaso mereces que lo haga, y la desnude con dedos trémulos y contenidos. Ojalá que al contemplarla no puedas evitar desearla y querer fundirte con ella. Entonces me enseñarás tu alma, te la sacarás del pecho y me dejarás sujetarla en mi palma. Y cuando pongamos nuestras almas juntas, si acaso tienes el valor para arriesgarte, estaremos haciendo el amor.

No tenia más de 2 segundos de haber mencionado esas palabras a su oído cuando la reacción se hizo notar, créanme no pensé que las palabras que salieron de mi corazón desbordarían tal acto de pasión sin percatarme y entre las cuatro esquinas de mi cama hallamos un santuario, una tierra de banderas blancas, de pactos con el tiempo. Detuvimos al destino durante un día e hicimos el amor desesperados, hicimos el amor esperanzados, pensando que era la última vez, deseando que solo fuera la primera de muchas. Y no dejamos que ningún reloj se colase entre las sábanas, y yo te conocí de toda la vida y tú fingiste que compartiríamos los amaneceres. Mientras nos aprendíamos de memoria el uno al otro, nos mirábamos de frente y de perfil, nos observábamos con la luz encendida y nos palpábamos a oscuras, para tener un recuerdo de la paz, cuando el tiempo se cobrase las horas que nos negamos a vivir a su ritmo.

Desperté en su regazo y vi ponerse el sol entre sus costillas y me asusté que la noche me atrapara allí, sobre su pecho, y tener que volver andando a tientas, haciendo equilibrios sobre su clavícula. Pero cuando me levante me sujetaste con un dedo y me preguntaste donde iba, "tengo que volver a casa" dije y casi me caigo al suelo cuando te reíste, "quédate esta noche" me pediste y me hiciste una cueva con tus manos para que pasara la noche, entonces dejo de importarme que el sol desapareciera tras tu espalda.

Todo se sentía tan perfecto. Quién diría que ese sería el último día de mi vida.

Al poco tiempo te levantaste de la cama. Fuiste a tu ropero y sacaste una bolsa color dorado la abriste y sacaste un arma, quede sorprendido. Te paraste frente a la cama desnuda apuntando el arma frente a mí y con lagrimas en los ojos me dijiste hoy termina todo te quedaras conmigo para siempre. Me quede viendo tus ojos no podía ver nada mas ya que quiero mirarte a los ojos cuando me mates, sonreír enseñándote todos los dientes, adelante, no tengo miedo, ahora viene el golpe de gracia, era una posibilidad que acepte desde que te conocí.

Aún no sé como quiero morir, tal vez rápido, ayudándote a sujetar el arma para que no te tiemble el pulso, sería lo más sano, arrancarme de cuajo. Pero no sé, las prisas no son buenas, a lo mejor me apetece hacerlo lento para que se te quede grabada mi última sonrisa, mientras en la desesperación del final te beso buscando tu compasión, a ver si así te cuesta más dejarme sin mañana, aunque luego me choque de frente con tu decisión inamovible y acabe teniendo que enseñarte donde será mortal el golpe. Lo decidiré según como me devuelvas la mirada......

Pues con ganas de escribir algo diferente un pedazo de historia inconclusa que el tiempo dirá si la termino... jaja lo que me pongo a escribir... ta weno pss..

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